Burnout

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Pocas veces podemos presumir que trabajamos en un lugar en el que podemos relajarnos y gozar del tiempo en la oficina o en la planta.  En cambio, sabemos que normalmente tenemos que ajustarnos a fechas de entrega muy agresivas, resolver contratiempos, tomar decisiones que impliquen el “menos peor” de los resultados y hasta sobrevivir a entornos laborales complicados.

A la larga estos y otros factores pueden producir el efecto Burnout.

El Burnout se refiere al desgaste profesional que suele sufrir la gente que trabaja en entornos laborales con excesiva presión.  Este desgaste se manifiesta de forma física, mental y emocional en las personas, lo cual resulta en una menor productividad.

Para los gerentes, en ocasiones resulta difícil reconocer cuando la gente a su cargo experimenta el Burnout y es frecuente que piensen que la solución está en presionar más para que el personal aumente su rendimiento.

Una recomendación para evitar el Burnout es realizar de vez en cuando actividades novedosas para impedir que la rutina se vuelva tediosa, motivar adecuadamente al personal y fomentar el desarrollo de sus capacidades.

Por otro lado, algunos trabajadores no le dan la debida importancia a las vacaciones y terminan "descontando" los días de descanso a cambio de permisos para realizar trámites importantes o cubrir imprevistos familiares o personales.  El problema es que en realidad no se disfruta de una necesaria desconexión del mundo laboral.

Motivar al personal es importante para alcanzar mejores resultados y a veces la gente espera un pequeño respiro que le ayude a estar fresca para afrontar mayores retos.

¿Cómo piensas que el Burnout se puede evitar?