Es una herramienta para aprovechar el pensamiento creativo de un equipo de trabajo, el cual deberá generar y aclarar una lista de ideas, problemas y asuntos. Se usa para identificar posibles soluciones a problemas y oportunidades potenciales para el mejoramiento de la calidad.
Se recomienda que al
elaborar una lluvia de ideas, exista un moderador que será el encargado de
definir el tiempo dedicado a la sesión, evitar que pocas personas impongan su
punto de vista, evitar distracciones y tratar de llegar a una conclusión
lógica.
- Reunir el grupo de personas (idealmente, de distintos departamentos y niveles),
- Plantear y delimitar un tema en concreto,
- Cada participante apunta sus ideas en tarjetas, (una idea por tarjeta),
- Al final del tiempo acordado, por turnos, cada participante presenta sus tarjetas,
- Se discuten las ideas.
- Se plantea una conclusión.
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