En ocasiones, los más destacados miembros de un equipo de trabajo son promovidos para ocupar una vacante como jefes de dicho equipo. Son seleccionados por su conocimiento y experiencia sobre el trabajo que realizan pero desconocen sobre la forma de conducir al equipo de trabajo.
Normalmente, sin los conocimientos gerenciales necesarios, los nuevos jefes se vuelven muy controladores y tratan de imponer la forma de trabajar que les dio buenos resultados, sin embargo, se requiere de un verdadero liderazgo para motivar a las personas a superarse ellas mismas y que el equipo siga adelante.
Primero, No sólo se trata de dar órdenes, también es necesario escuchar y si hacemos que la opinión de los trabajadores sea escuchada, tendremos una comunicación más sincera de parte de ellos cuando existan circunstancias que impidan cumplir con los objetivos. Esto nos dará un margen para resolver los problemas antes de que sea demasiado tarde.
Segundo, los gerentes deben enfocarse más en darle a su equipo las herramientas y los conocimientos adecuados que en supervisar cada aspecto del proceso. De esta forma, su participación, lejos de crear tensión, será vista como una fuente de ayuda e inspiración para las personas que ejecutan el trabajo.
Finalmente, los jefes deben estar al pendiente del desempeño del área, pero una forma de demostrar su confianza en las personas radica en hacer observaciones sin criticar su trabajo. En lugar de preguntar “¿Cómo vas?”, es preferible ofrecer “¿Hay algo en lo que te pueda ayudar?”.
Ser reconocido como líder va más allá de llenar un puesto, se trata de colaborar y compartir esa visión de equipo para alinear el trabajo de todos.
Normalmente, sin los conocimientos gerenciales necesarios, los nuevos jefes se vuelven muy controladores y tratan de imponer la forma de trabajar que les dio buenos resultados, sin embargo, se requiere de un verdadero liderazgo para motivar a las personas a superarse ellas mismas y que el equipo siga adelante.
Primero, No sólo se trata de dar órdenes, también es necesario escuchar y si hacemos que la opinión de los trabajadores sea escuchada, tendremos una comunicación más sincera de parte de ellos cuando existan circunstancias que impidan cumplir con los objetivos. Esto nos dará un margen para resolver los problemas antes de que sea demasiado tarde.
Segundo, los gerentes deben enfocarse más en darle a su equipo las herramientas y los conocimientos adecuados que en supervisar cada aspecto del proceso. De esta forma, su participación, lejos de crear tensión, será vista como una fuente de ayuda e inspiración para las personas que ejecutan el trabajo.
Finalmente, los jefes deben estar al pendiente del desempeño del área, pero una forma de demostrar su confianza en las personas radica en hacer observaciones sin criticar su trabajo. En lugar de preguntar “¿Cómo vas?”, es preferible ofrecer “¿Hay algo en lo que te pueda ayudar?”.
Ser reconocido como líder va más allá de llenar un puesto, se trata de colaborar y compartir esa visión de equipo para alinear el trabajo de todos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario